Educación: vuelta a clases presenciales y desafíos post-pandemia

El profesor Luis Ángel Dib habló de la vuelta a las clases en el marco de una presencialidad total, sin burbujas ni aislamientos masivos por Covid. En su columna del programa Agenda Abierta 21, se refirió a las consecuencias negativas que dejó la pandemia respecto al vacío que se generó entre los y las estudiantes, pero también los aspectos positivos que surgieron con el uso de nuevas tecnologías.

Por: Luis Ángel Dib

Edición: Diego Adur

Agenda Abierta 21

La pandemia alteró las formas de enseñar y las formas de aprender. Muchos estudiantes quedaron afuera del sistema educativo por falta de conectividad y diversos problemas sociales. Desde siempre, la evaluación es la experiencia más traumática para los y las estudiantes. Los exámenes tal como están contemplados en el sistema educativo imponen un sistema de jerarquías que hoy en día, en la era de la posverdad, quedaron truncos. Lo principal y más importante es el aprendizaje de los niños, niñas y adolescentes. Y cada persona alcanza ese aprendizaje de maneras distintas y a ritmos diferentes. 


Con el aislamiento y la virtualidad, los y las estudiantes perdieron los vínculos, los lazos y las vivencias que se daban dentro de la escuela. Es necesario romper con el paradigma que establece la meritocracia como la forma de alcanzar el éxito, a través del sistema de premios y castigos. La repitencia de curso se imponía como un castigo al ‘mal estudiante’. Hay que contemplar el contexto social, económico y cultural de cada chico y de cada chica. Hay que respetar su trayectoria y enseñarles dentro de esa trayectoria. El proceso de cada uno es diferente. 


La incorporación de la tecnología también produjo un cambio fundamental en la manera de enseñar. La integración de esa tecnología, antes más problemática, hoy es mucho más natural. La presencialidad devolvió los cuerpos de los y las estudiantes, que antes se escondían o disimulaban detrás del Zoom. 

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